Empresa de criptomonedas de los Emiratos Árabes Unidos multada con 428.000 dólares en operación de lavado de activos del FBI

Empresa de criptomonedas de los Emiratos Árabes Unidos multada con 428.000 dólares en operación de lavado de activos del FBI

UAE crypto firm fined $428K in FBI wash trading sting
  • CLS Global, con sede en los Emiratos Árabes Unidos, recibió una multa de 428.059 dólares por operaciones de lavado en los mercados de criptomonedas de EE. UU.
  • La empresa se declaró culpable de manipulación de mercado y fraude electrónico.
  • El caso surgió de una operación encubierta del FBI que involucraba a una empresa de criptomonedas falsa.

CLS Global, una firma de servicios financieros con sede en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), ha sido multada con $428,059 tras admitir haber participado en operaciones de lavado de activos en los mercados de criptomonedas estadounidenses.

La firma se declaró culpable de los cargos de manipulación de mercado y fraude electrónico tras una operación encubierta del FBI. Estos cargos se derivan de los intentos de CLS Global de inflar artificialmente los volúmenes de negociación para atraer a inversores desprevenidos. La sentencia se dictó en un tribunal federal de Boston el 2 de abril de 2025.

Además de la sanción económica, que incluye la criptomoneda incautada y multas monetarias, CLS Global fue condenada a tres años de libertad condicional. Durante este período, la compañía tiene prohibido participar en cualquier mercado de criptomonedas accesible para inversores estadounidenses.

Las actividades ilícitas de la firma se descubrieron mediante una operación encubierta diseñada para detectar prácticas fraudulentas como el lavado de activos.

El caso se centra en la participación de CLS Global con NexFundAI, una empresa de criptomonedas aparentemente legítima y un token basado en Ethereum. Sin que CLS Global lo supiera, NexFundAI era en realidad una creación del FBI, que servía como cebo en una operación dirigida a la manipulación del mercado.

CLS Global acordó proporcionar servicios de creación de mercado para NexFundAI, un acuerdo que implicó inflar artificialmente los volúmenes de negociación en Uniswap, una plataforma de intercambio descentralizada.

CLS Global empleó un sofisticado algoritmo que permitía la autonegociación en múltiples billeteras, creando la ilusión de una actividad de compraventa real. Esta práctica engañosa se diseñó para ayudar a NexFundAI a cumplir con los requisitos de cotización en la plataforma y generar una falsa impresión de una fuerte demanda del mercado.

En videoconferencias con agentes del orden encubiertos en 2024, un empleado de CLS Global admitió haber utilizado el algoritmo para operaciones de lavado, reconociendo la naturaleza engañosa de la práctica. “Sé que es operaciones de lavado y sé que la gente podría no estar contenta”, confesó el empleado, según un informe de CoinMarketCap.

Esta admisión fue una prueba crucial en el caso, demostrando que la empresa era consciente de sus actividades ilegales. La distorsión deliberada del mercado por parte de la empresa condujo a actividades comerciales fraudulentas destinadas a atraer y engañar a los inversores.

Como parte del acuerdo de culpabilidad, CLS Global también enfrenta una acción civil de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), que alega violaciones de las leyes de valores.

Cualquier fondo incautado a CLS Global se acreditará a las resoluciones penales y civiles. La empresa tiene prohibido prestar servicios a clientes estadounidenses o participar en los mercados de criptomonedas estadounidenses durante su período de prueba, lo que supone un duro golpe para sus operaciones comerciales.

CLS Global, que emplea a más de 50 personas en los Emiratos Árabes Unidos, ahora enfrenta graves repercusiones legales y financieras por sus acciones.

El caso pone de relieve la creciente preocupación en torno a la manipulación del mercado en el sector de las criptomonedas y subraya el compromiso de las autoridades estadounidenses de combatir las prácticas fraudulentas en el sector.

La operación del FBI, centrada en el lavado de activos y otras actividades engañosas, sirve como un duro recordatorio del mayor escrutinio al que se enfrentan las empresas de criptomonedas a medida que los reguladores intensifican sus esfuerzos para proteger a los inversores.