El 2019 ha estado marcado principalmente por la exposición de las criptomonedas y de sus tecnologías subyacentes en las grandes organizaciones globales. Finalmente, los presidentes de grandes potencias hablan directamente —con más o menos propiedad— de blockchain o bitcóin. Las discusiones en torno a Libra en el Congreso de los Estados Unidos han abierto el debate criptográfico a nuevos niveles y actores. Asimismo, la renovada postura de China sobre la industria, podría sentar un precedente en la evolución del mercado de las divisas digitales.
La institucionalización y el boom de las criptomonedas estables en 2019
El 2019 ha sido un año de maduración en el mercado de las criptodivisas: pese a una recuperación notables en términos de cotización del bitcóin y algunas otras altcoins, el sentimiento de euforia del 2017 luce más desgastado. Aunque la volatilidad continúa reinando, el sentimiento en la psicología de mercado se percibe más reflexivo y las reacciones de precio son un poco menos violentas. Esto a pesar de la importancia clave que ha tenido este año en términos de exposición del mercado a estratos institucionales. El bitcóin, las criptomonedas y la tecnología blockchain se han convertido en la orden del día de bancos centrales, autoridades financieras, reguladores y gobiernos.
Era un camino que se estaba abriendo a su propio ritmo, pero —posiblemente— uno de los mayores detonantes este año ha sido el anuncio de Facebook de lanzar su propia criptodivisa estable: Libra. Las intenciones del gigante en redes sociales y mensajería tomaron por sopresa a las autoridades, que pusieron la mira en la amenaza que suponían las divisas digitales al statu quo económico y al control concentrado en autoridades financieras y bancos centrales. Así, han decidido poner un freno casi unánime a los planes de Facebook.
¿Cómo se involucran los bancos centrales en el espacio criptográfico?
Evidentemente, ninguna institución se ha atrevido a lanzar un token de utilidad o una criptodivisa con suministro limitado o sujeto a la libre oferta y demanda de un mercado con poca liquidez. En cambio, las criptomonedas estables han supuesto el instrumento ideal para que las grandes esferas se involucren de forma indirecta en un mercado de divisas digitales que ha evolucionado con el tiempo. Estas se anclan al valor de una divisa fíat determinada, pero son capaces de aprovechar las bondades de tecnologías descentralizadas como la cadena de bloques. De esta manera, rompen la brecha de los sistemas actuales, muchos incapaces de prestar soluciones rápidas y baratas para la transferencia de dinero entre dos puntos. El segmento de las transacciones transfronterizas es uno de los más explotables, tal como demuestra Ripple o Stellar.
¿Quiénes han tomado la delantera?
No han sido pocos los bancos interesados en lanzar su propia «stablecoin». Ya lo ha hecho JP Morgan a través de su JPM Coin, que convirtió a la importante institución en el primer banco estadounidense en abordar una solución de este tipo. El objetivo: «facilitar las transferencias instantáneas entre clientes institucionales». Otros más pequeños como Bradesco (Brasil), Busan (Corea del Sur) y la Corporación Rizal (Filipinas) también podrían apalancarse de la solución entre IBM y Stellar para lanzar sus propias criptodivisas estables. Por su parte, el gobierno chino confirmó la emisión de su propia stablecoin después de que el presidente instara a acelerar el desarrollo de la tecnología blockchain. Esta se emitiría al público general a principios del 2020.
El interés ha llegado incluso a tocarle la puerta al Banco Central Europeo, que publicó —en conjunto con el G7— un extenso informe sobre el impacto de estos instrumentos en la economía global. El documento reconoce las deficiencias de los sistemas actuales y afirma el compromiso de la institución de regular estos lanzamientos potenciales. Incluso, ha llegado a correrse el rumor de que la institución estaría buscando lanzar su propia stablecoin, según Reuters. Sin embargo, la fuente se retractó pocas horas después.
El próximo servicio de cuentas corrientes de Google (anunciado ayer) es otra demostración de cómo las grandes tecnológicas podrían comenzar a desplazar paulatinamente a la figura tradicional de la banca.
Brian Quintenz: «los bancos lucharán por ser más competitivos con las criptomonedas»
Para citar una opinión de un experto en el tema, hacemos referencia a la más reciente entrevista de CNBC a Brian Quintenz. El miembro de la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos (CFTC) se ha referido a la reiterada necesidad de regular federalmente los mercados de trading de criptomonedas. También ha mencionado la importancia del enfoque tomado por la autoridad para regular la introducción de los contratos respaldados por bitcoins físicos. En este servicio de derivados lanzado por Bakkt, se utilizan bitcoines reales como garantía. En cuanto a los bancos, Quintenz opina:
«En términos generales, creo que veremos a los bancos centrales luchar para ser más competitivos con el panorama ‘cripto’ y evolucionar la funcionalidad de sus divisas debido a esa competencia».