Cuatro informantes han dado detalles a Bloomberg sobre los planes del gobierno venezolano de utilizar bitcóin y Ethereum para el comercio internacional. Esto en torno a una situación compleja promovida por una serie de sanciones que el gobierno estadounidense ha impuesto para sofocar a la cúpula de Maduro. El informe advierte que el Banco Central de Venezuela, en conjunto con PDVSA, estaría buscando los medios legales para formalizar estas «reservas secretas» y promover el comercio petrolero usando bitcoins y ethers. A continuación, más detalles de la información filtrada y el análisis de las posibles consecuencias para el mercado de las criptomonedas.
PDVSA busca autoridad para transar en bitcóin y ethers
Las arcas del régimen venezolano ya tendrían un compartimiento secreto repleto de criptomonedas, y no precisamente de Petros. Tras el evidente fracaso de la criptodivisa estable local —que estaría anclada al valor del petróleo y otras materias primas— el gobierno habría explorado otras alternativas en un intento desesperado de continuar transando con aliados comerciales. Esto después de severas sanciones impuestas por el gobierno estadounidense, que han tratado de frenar al criticado régimen de Nicolás Maduro y han dejado a muchos miembros oficiales del gobierno en un estado de aislamiento del sistema financiero internacional.
De acuerdo con el reporte de Bloomberg, cuatro informantes implicados en la situación han asegurado que el banco central del país sudamericano estaría «ejecutando pruebas internas para determinar si pueden reservar criptomonedas en sus arcas». La idea se ha elaborado después de una petición de la compañía estatal de crudo, Petróleos de Venezuela SA, también conocida como PDVSA. Los informantes —que solicitaron preservar su anonimato— han explicado que PDVSA está en la búsqueda de la autoridad necesaria para poder transar internacionalmente usando BTC y ETH.
Mientras tanto, las reservas internacionales venezolanas tocan fondo, registrando sus mínimos en casi 3 décadas. La artimaña se añade a una lista de medidas que buscan esquivar las sanciones, incluyendo la venta de petróleo en yuanes. Por su parte, el lanzamiento del Petro como unidad monetaria virtual oficial en Venezuela ha sido considerado por muchos como un fiasco y, al día de hoy, es imposible conseguir este token en ningún exchange internacional. Esta limitación podría haber incentivado a que el gobierno terminara decantando por la situación más franca: bitcóin.
Qué impacto podría tener el movimiento de criptomonedas en el gobierno venezolano
Aquellos que no están al tanto de la compleja coyuntura del país en todos los ámbitos, podrían pensar que la situación es positiva para el mercado, pero ¿cuál es la realidad? El país enfrenta una de sus peores crisis sociales y económicas de su historia, con cifras de hiperinflación fuera de órbita y un éxodo migratorio fuera de control. Las cifras de inflación superaron los 1,69 millones por ciento en 2018 y los resultados para 2019 siguen siendo alarmantes, tal como reporta Infobae. Así, el gobierno venezolano no es el epímote de la fiabilidad internacional. En su lugar, su legitimidad se ha puesto en duda y muchos países reconocen a un gobierno opositor que gestiona en paralelo, aunque con limitaciones casi absolutas.
En cualquier caso, la incursión de Venezuela en el mercado actual de las criptodivisas tiene que ser vista con recato. En principio, las operaciones realizadas hasta ahora no tendría un impacto directo en el precio del Bitcoin y de otras altcoins. El gobierno venezolano ha sido renuente en vender estas reservas de BTC y ETH en los mercados tradicionales o exchanges, según indica el informe de Bloomberg.
PDVSA se apoyaría en el BCV para que este último pague a deudores
Operar en exchanges les obligaría a cumplir con los parámetros regulatorios de dichas plataformas. Asimismo, el intercambio les haría volver al punto de partida, teniendo que involucrar al sistema financiero internacional para recibir divisas fíat. De este modo, PDVSA se refugia en el BCV, una entidad más escudada contra bloqueos. La estatal petrolera no busca vender sus criptomonedas directamente al BCV, sino que este último pueda usarlas para pagar a deudores.
Por el momento, el régimen habría optado por vender pequeños lotes a través de una modalidad OTC (over the counter). Estas operaciones ocurren fuera de los mercados organizados o tradicionales y, al no mover liquidez en los libros de órdenes, no tienen un impacto directo sobre la cotización de las criptodivisas. Ahora bien, si esta modalidad llegara a términos oficiales, otros actores internacionales podrían dar la espalda a las criptomonedas y arreciar una arena regulatoria que —en esencia— es compleja.