Los obstáculos regulatorios han obligado a que Telegram liquide a los inversores radicados en Estados Unidos.
El lanzamiento de la red abierta de Telegram, también conocida como TON (por sus siglas en inglés), ha sido pospuesto otro año después de una larga espera en la industria. Esto debido a que la compañía no pudo cumplir con los requerimientos establecidos antes de la fecha límite del 30 de abril de este año.
Como parte de los acuerdos con los inversores, la compañía se había comprometido a reembolsar el 72 % del capital de inversión inicial si la red no era lanzada en la fecha límite original. Aunque el acuerdo sigue sobre la mesa, la compañía subió las apuestas y ahora ofrecerá un 110 % del total invertido a los inversores que esperen hasta el lanzamiento en abril de 2021.
En una misiva de seguimiento publicada este lunes, Telegram añadió que únicamente los inversores fuera de los Estados Unidos serán elegibles para mantener su inversión hasta 2021. Aquellos radicados en EE. UU. tendrán una sola opción: aceptar el reembolso.
Asimismo, la compañía se rehúsa a hacer pagos en ninguna criptomoneda debido a la postura de los reguladores:
«Hemos tomado la difícil decisión de no considerar ninguna opción que involucre ‘grams’ o ninguna otra criptomoneda debido a la incierta recepción de los reguladores relevantes», explicó Telegram en su mensaje a los inversores.
La decisión de la organización con base en Londres se debe a los múltiples obstáculos regulatorios que han encontrado en EE. UU. La Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) presentó una demanda contra Telegram en el Distrito Sur de Nueva York en octubre del 2019 y logró emitir una orden de emergencia para evitar el lanzamiento de la red y la criptomoneda de la popular aplicación de mensajería.
Originalmente, el lanzamiento estaba agendado para ese mismo mes; sin embargo, se pospuso progresivamente hasta abril del 2020. Así, la industria se topa con otro importante retraso y los inversores externos tendrán que esperar otro año para poder invertir en GRAM, ya que la oferta inicial de monedas continúa en arenas privadas.
Telegram no es la única compañía ha sufrido estragos para introducir su criptomoneda en Estados Unidos. El proyecto Libra, de Facebook, también recibió un enorme escrutinio de parte de las autoridades y agencias regulatorias en ese país.