Datos sugieren que los inversores a corto plazo vendieron la mayoría de sus fondos en bitcóin durante la caída reciente, mientras que los tenedores o «holders» han mantenido sus reservas en BTC.
De acuerdo con un reporte de Coinmetrics, la reciente caída en el precio del Bitcoin se trató de una venta masiva de holders que operan a corto plazo y no a las ventas institucional que buscaban frenar las pérdidas en otros mercados, como reportaban otras fuentes en ese momento.
Aunque el bitcóin ha mostrado algunas señales de recuperación desde el declive, el precio todavía tiene espacio para seguir cayendo, debido a que cotizó por debajo del precio promedio ponderado por volumen o VWAP, por sus siglas en inglés. Esto ocurrió el fin de semana en franjas de tiempo más pequeñas, evidencia que el momentum bajista todavía está en juego.
A 51 días del siguiente halving, puede que haya otro sacudón en el camino que les permita a los mineros maximizar los bitcoines que han cosechado antes de ese punto.
El 11 de marzo, un día antes de la caída, 281 000 BTC permanecieron intactos por al menos 30 días, pero comenzaron a moverse repentinamente desde sus respectivos monederos hacia direcciones en exchanges o plataformas de intercambio. En términos comparativos, solo 4131 BTC que habían estado inactivos por más de 1 año registraron movimiento, demostrando que los inversores a largo plazo solo representan un pequeño porcentaje de la «venta masiva».
Algunos han asegurado que los sospechosos más probables en los movimientos de corto plazo eran los mineros, ya que este grupo entra en el perfil de los tenedores con liquidez significativa y con un buen incentivo para bajar el precio de cara a la reducción de las recompensas de minería en mayo.
Reacción en cadena
Un artículo de CoinTelegraph explora más a detalle esta teoría, citando que los mineros tenían un buen incentivo para desplomar el mercado para su propio beneficio, reforzando su posición de cara al halving. La caída ha afectado severamente a los competidores, tal como los mineros que utilizan apalancamiento en plataformas como BitMEX, lo que también habría sacudido a otros manipuladores —como PlusToken—, otro de los sospechosos del bajón reciente.
También existe la pregunta de si las ganancias de principios de 2020 también fueron causadas por mineros que no vendieron sus BTC en anticipo de la caída. Esto se puede observar en el aumento de la dificultad de minería, que resultó en incrementos de precio a medida que los mineros requerían aumentar su capacidad para minar.
Si la teoría de Coinmetrics es cierta, la noticia podría reavivar la idea de que bitcóin es un refugio seguro y que el coronavirus simplemente exacerbó la caída en el precio, barriendo con los inversores minoristas y dándole a los mineros la sacudida que necesitaban.
Todos los halvings anteriores han sido seguido por una acción de precio fuerte como consecuencia en los cambios en oferta y demanda.
Lo que hace que el halving del 2020 sea aún más significativo que el del 2016 es el cambio de perspectivas del mercado de las criptomonedas, que para ese momento solo albergaba un ápice del interés y adopción que existe hoy en día.